COVID-19 y anticuerpos de SAF en Science
El 2 de noviembre de 2020, la revista Science publicó un artículo sobre los anticuerpos encontrados en pacientes con COVID-19.
Los pacientes con COVID-19 tienen un alto riesgo de desarrollar trombos arteriales y venosos. Los estudios demuestran que la afectación pulmonar ocurre sobre todo en los vasos más pequeños causada por fibrina.
Los autores estudiaron muestras de 172 pacientes hospitalizados con COVID-19, buscando anticuerpos entre los que se incluyeron:
- anticardiolipina IgG, IgM e IgA
- antiβ2 glicoproteína I IgG, IgM e IgA
- antifosfatidilserina/protrombina (aPS/PT) IgG e IgM
Los resultados fueron los siguientes
Anticuerpo | % positivos |
aPS/PT IgG | 24 |
anticardiolipina IgM | 23 |
aPS/PT IgM | 18 |
De los 172 pacientes, el 19% murió y el 8% permaneció en el hospital en el momento de este análisis. Ochenta y nueve pacientes dieron positivo en al menos un tipo de anticuerpo según el corte del fabricante, lo que representa el 52% de toda la cohorte. La prueba de anticoagulante lúpico, no se realizó dada la falta de acceso a muestras de plasma fresco.
Los autoanticuerpos antifosfolípidos estaban presentes en el 52% de las muestras de suero utilizando el umbral del fabricante y en el 30% utilizando un corte más estricto (≥40 Unidades específicas de ELISA).
Los títulos más altos de anticuerpos antifosfolípidos se asociaron con la hiperactividad de neutrófilos, incluyendo la liberación de trampas extracelulares de neutrófilos (NETs), un mayor recuento de plaquetas, una enfermedad respiratoria más grave y una menor tasa de filtración glomerular estimada clínicamente.
De manera similar a los IgG de pacientes con SAF, las fracciones de IgG aisladas de los pacientes de COVID-19 promovieron la liberación de NETs de los neutrófilos aislados de individuos sanos. Además, la inyección de IgG purificado del suero de los pacientes de COVID-19 en ratones aceleró la trombosis venosa en dos modelos de ratones. Estos hallazgos sugieren que la mitad de los pacientes hospitalizados con COVID-19 se vuelven al menos transitoriamente positivos para anticuerpos de SAF y que estos autoanticuerpos son potencialmente patógenos.
Correlación clínica de anticuerpos
A continuación preguntamos si la presencia de anticuerpos antifosfolípidos estaba asociada con añguna característica clínica. Específicamente, evaluamos las posibles correlaciones de los anticuerpos con la eficiencia de oxigenación, la proteína C reactiva en el suero, las concentraciones de dímeros D en el plasma, el recuento de plaquetas, el recuento absoluto de neutrófilos, la calprotectina en el suero (un marcador de activación de neutrófilos) y los complejos de mieloperoxidasa (MPO)-ADN en el suero (marcadores de trampas extracelulares de neutrófilos). Los títulos de anticadiolipina IgM se correlacionaron con todas estas variables clínicas y de laboratorio. La activación de los neutrófilos indicada por la calprotectina en el suero se asoció de manera más consistente con la presencia de anticuerpos antifosfolípidos.
Nuestro estudio tiene varias limitaciones. No tuvimos acceso a las muestras de plasma fresco que serían necesarias para las pruebas de anticoagulante lúpico (que habrían proporcionado un contexto adicional y una estratificación del riesgo para los resultados del perfil de anticuerpos). Tampoco pudimos definir una relación clara entre los anticuerpos antifosfolípidos circulantes y la trombosis de grandes arterias/venas en nuestra cohorte de pacientes. Once pacientes de nuestra cohorte tuvieron eventos trombóticos, y el 55% de ellos fueron positivos para los anticuerpos. En particular, la anticoagulación agresiva se ha utilizado regularmente en nuestra institución en el contexto de la COVID-19, y muchos pacientes con COVID-19 han sido tratados profilácticamente con dosis terapéuticas de anticoagulantes. También hay que tener en cuenta que los anticuerpos aPL no se analizaron en un día definido de la hospitalización, sino cuando una muestra de suero estuvo disponible para el laboratorio de investigación. En futuros estudios se debería intentar hacer un seguimiento sistemático de los anticuerpos durante todo el curso de la hospitalización de los pacientes con COVID-19, y quizás especialmente en el momento del alta y después de ella.
A la espera de soluciones antivirales e inmunológicas definitivas para la actual pandemia de COVID-19, planteamos que las pruebas de anticuerpos, incluidos los anticuerpos aPS/PT, pueden conducir a una mejor estratificación del riesgo y a la personalización del tratamiento de los pacientes con COVID-19. También sugerimos que se sigan investigando los anticuerpos como factor que contribuye al complejo entorno tromboinflamatorio de la COVID-19.